De refugiados a profesores de idiomas en Barcelona
Los refugiados que intentan volver a empezar sus vidas en España, además de todas las cuestiones legales y sociales de adaptación, se enfrentan a grandes dificultades de inclusión laboral.
Para ayudar a solucionar esa problemática se ha creado Abrazo Cultural. El proyecto, con una visión innovadora, empodera a los refugiados poniéndoles en la posición de profesores para que puedan compartir sus conocimientos y tener una alternativa de empleo complementar que les permite una fuente extra de renta.
Los profesores son de Siria, Ucrania, Libano, Mali, Honduras, Venezuela, Egipto y Nigeria, y cada uno enseña su lengua nativa: árabe, francés y ruso. Además de las clases de idiomas, los profesores comparten sus conocimientos culturales como la cocina típica de sus países, música, baile, manualidades, entre otros. Mezclan la enseñanza con el intercambio cultural y este abordaje es un diferencial importante e innovador del proyecto.
Los profesores son de Siria, Ucrania, Libano, Mali, Honduras, Venezuela, Egipto y Nigeria, y cada uno enseña su lengua nativa: árabe, francés y ruso. Además de las clases de idiomas, los profesores comparten sus conocimientos culturales como la cocina típica de sus países, música, baile, manualidades, entre otros. Mezclan la enseñanza con el intercambio cultural y este abordaje es un diferencial importante e innovador del proyecto.
Diana Tchamitchian, una de las profesoras, tiene 28 años, es arquitecta y nació en Siria. Hace dos años tuvo que dejar su país por los conflictos y empezó a reconstruir su vida en Barcelona. Le encanta poder compartir la riqueza y diversidad cultural de su país, y enseñar más allá de lo que se ve actualmente en los periódicos sobre Siria. En Abrazo Cultural, imparte talleres de caligrafía árabe y ha descubierto una verdadera pasión por la enseñanza.
Como Diana, Abrazo Cultural tiene a otras quince personas refugiadas involucradas en el proyecto que ofrecen, de momento, clases particulares de idiomas y las experiencias culturales en formato de talleres y cenas.
El fin de Abrazo Cultural es facilitar la inclusión social y laboral de los refugiados y permitir experiencias de intercambio cultural que rompan barreras y estereotipos, promoviendo una educación enfocada en la empatía, la diversidad cultural, la ética y la generosidad.
Artículo publicado en 20 de noviembre 2017 en el Diario Responsable.
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