Aporte de los migrantes
¿Qué es un migrante?
Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) un migrante es cualquier persona que se desplaza, o se ha desplazado, a través de una frontera internacional o dentro de un país, fuera de su lugar habitual de residencia independientemente de su situación jurídica, el carácter voluntario o involuntario del desplazamiento, las causas del desplazamiento o la duración de su estancia.
Creo que todos ustedes, que han llegado a este artículo, han experimentado la migración desde alguno de sus lados. Es una situación que se ha presentado en toda la historia de la humanidad, pero que en décadas recientes ha venido incrementando a diferentes causas generando una cadena de fenómenos que hoy en día son noticia de cada día.
Las razones de las migraciones son muchas, las mas notorias, por supuesto, son las violentas. Guerras, conflictos armados locales, carteles, en fin, situaciones que vulneran no solo la calidad de vida de las personas, sino su vida misma. También, encontramos las menos notorias, pero que sin embargo amenazan de una forma u otra las vidas de las personas como lo son la salud, la educación y el empleo.
A pesar del inmenso abanico de problemas que pueden llevar a las personas a migrar hacia otro país en busca de una mejor calidad de vida, el prejuicio de que estas personas solo llegan a un país desmejorar sus condiciones y perjudicar a su población nativa sigue activo y es el mayor tema de discusión en cuanto a temas de migraciones se trata:
¿Cómo nos afecta?
El problema con esta pregunta es que no analizamos más allá del efecto negativo que se nos ha venido diciendo en diferentes medios de comunicación. La discusión, entonces, debería enfocarse también en todo lo que los migrantes aportan a la sociedad y al país al que llegan. Esta discusión siempre se ha visto desde la perspectiva del país destino y cuales son los problemas sociales, políticos o económicos que trae consigo la migración masiva.
Lo que no se considera es la relación migración-desarrollo que esto, también, trae consigo.
Relacion Migración-Desarrollo
La discusión sobre migración no aborda de la misma manera, si es que lo hacen, las oportunidades y los beneficios que trae consigo la migración masiva, tanto para los países de destino como para los países de origen. En este último, los emigrantes, en este caso, favorecen la innovación y el intercambio de conocimiento y tecnología, además de que las remesas que envían son una gran oportunidad para las familias ya que se combate la pobreza.
En los países de destino se generan una serie de problemas como lo son las tensiones sociales que genera la ausencia de procesos de integración de los migrantes con las sociedades de los países destino, se generan costos que el Estado debe asumir para mantener a esta población, además de que los migrantes “llegan a quitarnos los trabajos” y son una mano de obra mucho más económica que la nativa.
Estas son las primeras conclusiones que salen a relucir en la discusión de migración. Resulta sospechoso, hasta cierto punto, que la migración resulte problemática para los países destino y beneficiosa para los países de origen. Es cierto que la migración acarrea problemas, pero también beneficios. Sí, beneficios para ambos países.
Las remesas, por ejemplo, son un tema que todo debate sobre la migración-desarrollo tiene. Hay que aclarar que no existe un consenso sobre el verdadero impacto de estas en la economía y la sociedad.
¿Qué es una remesa?
Las remesas son ganancias que los emigrantes envían a su país de origen, normalmente a sus familiares, con el propósito de solventar sus gastos básicos. Normalmente es una transferencia de dinero realizada a través de una entidad bancaria o una compañía de servicios financieros. No solo el dinero es considerado como remesa, sino también lo son los alimentos o los medicamentes, especialmente en países donde estas cosas son escasas.[1]
El gran problema de enfocarse en los aspectos negativos de la migración es que, no solo se invisibiliza el aporte de los migrantes, que no solo se queda en lo económico, sino que también involucra la demografía, la sociedad y la cultura; se pueden generar concepciones infundadas acerca del impacto de los migrantes y de las remesas, por ejemplo; y también perdemos de vista el origen de la situación, las causas de la migración en primer lugar.
Además, se pueden generar situaciones en las que se vulneren los Derechos Humanos en las campañas de prevención de la migración que algunos países manejan en sus agendas políticas.
Pero en esencia, ¿qué es lo que los migrantes aportan a las sociedades de destino?
Bueno, como primer aporte tenemos que ayudan a retardar el envejecimiento de la población. Me explico, en los principales países de destino de la migración internacional (Europa y Estados Unidos, principalmente) encontramos que tienen una gran cantidad de población de más de 65 años, que supera a la población activa/trabajadora que se calcula desde los 15 hasta los 64 años. Estos países poseen una dinámica de transición demográfica en donde hay una baja natalidad y fecundidad, y una longeva esperanza de vida.
Esto genera una brecha demográfica la cual la población nativa no puede solventar. La migración internacional contribuye a llenar ese vacío de población de edades activas/trabajadoras generando un des aceleramiento en el ritmo de envejecimiento de la población y del proceso demográfico.
El problema que el envejecimiento demográfico acarrea repercute de forma directa a los empleos y la fuerza de trabajo: mientras más personas envejecen, menos población activa hay en el país. La migración de población activa de países tercermundistas, por ejemplo, contribuye a retardar el envejecimiento demográfico de un país, o a hacerlo menos pronunciado.
Una de las grandes preocupaciones es que esta población activa suplante o destituya a la población activa nativa de ese país destino. El problema base de esta situación es precisamente la brecha demográfica que se acentúa entre las poblaciones, que termina siendo llenado por población activa migrante. No es un proceso de desplazamiento de mano de obra, sino es un reemplazo demográfico de un grupo étnico que se produce por la insuficiencia de crecimiento poblacional de esa población nativa. Si hay una gran población envejecida no hay una gran cantidad de población activa (no solo cuanto a mano de obra se refiero, sino también en cuanto a fertilidad) y no hay manera de llenar esa brecha por sus “mismos medios”.
Ahora, si entra al país una cantidad de población activa, esto también genera un incremento en la economía que repercute fuertemente en el producto interno bruto (PIB) del país. Estos datos resultan elocuentes, e ilustran, por ejemplo, el significativo papel que tiene actualmente la inmigración latinoamericana en la dinámica económica de los Estados Unidos. Si hasta antes de la crisis económica, ya se vislumbraba un creciente aporte de los inmigrantes al crecimiento económico, ello ha quedado de manifiesto en estos años de crisis económica, en donde la contribución de los inmigrantes al PIB y a la fuerza de trabajo, ha sido fundamental para mantener un mínimo ritmo de crecimiento económico, y de ese modo, suplir las falencias que al respecto muestra la población activa nativa.
Para los países de origen, la emigración genera una transferencia de uno de los más preciados recursos de cada país: la gente. Esto en función de la creación de lazos culturales, sociales y políticos. Por supuesto, aquí el componente demográfico también se ve afectado. A pesar de la alta cantidad de población activa que los países de Latino América, por ejemplo, puedan tener, la emigración significa también una perdida demográfica de población activa. Aquí también entra en discusión la pérdida de recursos que se deriva de los costos en educación, salud, vivienda, seguridad pública, entre otros, que fueron brindados por el Estado para la formación, subsistencia y reproducción de esa población emigrante.
La migración es un tema político, económico, social y cultural que sigue abierto y lo seguirá estando por bastante tiempo. En Abrazo Cultural hemos trabajado por mostrar los beneficios que los migrantes traen consigo además de, por supuesto, su aporte a la mano de obra y la economía del país.
También traen consigo conocimientos, tradiciones y diferencias culturales de las cuales no solo podríamos aprender sino también conocer. En un mundo tan globalizado como en el que vivimos es importante respetar y conocer las diferentes culturas con las que convivimos en el planeta, aún con mayor entusiasmo si son culturas con las que interactuamos a diario.
Es por eso por lo que la interculturalidad es algo tan importante en el siglo XXI, tanto para los estudiantes, como los empleados como cualquier persona del planeta. No se trata solo de tolerar las culturas sino de generar un espacio donde se respeten sus orígenes y tradiciones, y donde, además, se pueda generar un diálogo y un aprendizaje mutuo en busca del progreso y de la construcción de una sociedad funcional y orgánica para todos sus habitantes.
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