Enseñar la diversidad a los niños
Muchas veces, cuando hablamos de diversidad e inclusión, los contenidos tienen como destinatarios los adultos. Pero, es fundamental enseñar la diversidad a los niños ya que están en proceso de desarrollo mental y social. Por eso, los entornos familiares y escolares son los más propicios para educar a los niños sobre estas cuestiones.
¿Por qué enseñar la diversidad a los niños?
En nuestra sociedad, la educación de los niños en cuanto a la diversidad y la igualdad es fundamental por varias razones. Si tenemos una visión a largo plazo, los niños de hoy, son los adultos del futuro. Es nuestra responsabilidad educarlos para que nuestro planeta por fin se convierta en un lugar donde cada persona sea aceptada, sin que su color de piel, género, orientación sexual, discapacidad o religión den lugar a discriminación.
Educar a los niños es hacer frente a los estereotipos y prejuicios lo más temprano posible. Es importante dar las herramientas necesarias a los niños para que sean capaz de reconocer situaciones de discriminación y que puedan actuar contra éstas. La discriminación puede empezar muy temprano ya que los niños reproducen las acciones y conductas de los adultos. Los adultos somos los ejemplos de los niños y debemos hacer todo lo posible para lograr la mejor educación de las futuras generaciones y para que nuestros niños sean buenos ciudadanos del mundo.
En las escuelas, con diferentes actividades interculturales desde la primaria se puede enseñar la diversidad en donde es esencial para mejorar las relaciones entre los alumnos y alumnas. Es en este lugar donde los niños se dan cuenta de que no tienen el mismo color de piel o la misma religión. En las escuelas se aprende la diferencia, pero hay que cuidar que se aprenda también la inclusión y la aceptación. Una educación que favorece el respeto a la diversidad es una manera de fomentar la curiosidad, la sed de aprendizaje y el aperturismo. Un niño que crece con una idea diversa del mundo, será un adulto abierto y respetuoso.
Enseñar la diversidad es enseñar la empatía, el amor, la tolerancia, la esperanza, y la humanidad. La diversidad en el aprendizaje y la enseñanza infantil es algo que ayuda a los niños a desarrollarse socialmente y mentalmente. Es la mejor instrucción que podamos dar a nuestros hijos e hijas.
En el entorno escolar, la representación cultural y étnica positiva tiene una importancia capital para niños de diversos orígenes. Cuando crecen, los niños buscan en sus padres, en sus profesores y en las imágenes de los medios de comunicación pruebas de que son inteligentes, capaces y dignos. Entonces es importante utilizar material educativo donde todos los alumnos estén representados.
La representación positiva e inclusiva hace que los niños crean en ellos mismos, sueñen con su futuro y tengan los mismos objetivos de vida que cualquiera. Nuestra manera de educar a los niños tiene consecuencias sobre su desarrollo y todo su futuro. Por todo ello, debemos enseñarles que todos los seres humanos tienen las mismas capacidades y derechos, y que cada persona debería tener las oportunidades de hacer lo que quiera independientemente de sus características.
¿Cómo enseñar la diversidad a los niños?
Enseñar la diversidad a los niños es un trabajo del día a día y que puede empezar desde el principio de sus vidas para que conciban la diversidad cultural como natural y esencial. Pero, ¿cómo hacerlo?
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Hacer de la representación cultural un criterio importante para elegir libros, películas, dibujos animados, etc.
Para valorar otras culturas, etnias, religiones, o simplemente la diversidad de la humanidad, se pueden encontrar ocios y regalos que hacen de la inclusión su objetivo. Representar a la diversidad es esencial para que los niños crezcan con la idea de que la diferencia es normal y querida.
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Abrirse a diferentes actividades interculturales.
Cuando tenga la oportunidad, intenta tener contactos positivos con otras culturas. Se puede hacer con viajes o solo dando paseos en tu ciudad, yendo a ciertos restaurantes o lugares culturales.
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Prestar atención a su propio lenguaje y al de sus niños.
Necesitamos transmitir mensajes positivos por nuestro lenguaje y a veces, tenemos expresiones que parecen inofensivas que comunican sobreentendidos negativos. El lenguaje que utilizamos tiene un poder muy fuerte cuando se habla de diversidad ya que puede transmitir mucho, tanto positivo como negativo. Entonces, debemos trabajar para que el lenguaje utilizado frente a niños sea un reflejo de la diversidad como algo positivo.
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Dales las herramientas necesarias para que ellos mismos se hagan las preguntas correctas.
Los niños son receptores de muchas informaciones que reciben en sus libros, en la calle, en los medios de comunicación o con sus amigos. Un niño tiene las capacidades de entender lo que es malo o lo que no se puede decir, así que, ¡enséñele!
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Practicar la autocrítica y cuestionar sus propios puntos de vista y opiniones.
Podemos equivocarnos, pero es importante reconocer nuestros errores para seguir avanzando. Estamos continuamente en aprendizaje y no podemos tener razón siempre, sin embargo debemos aceptar la crítica constructiva, a veces viniendo de sus propios niños.
Desde Abrazo Cultural, trabajamos para que cada persona tenga las herramientas necesarias para compartir y difundir los valores interculturales. Es fundamental que los adultos sean capaces de enseñar la diversidad y la inclusión a sus hijos e hijas para que sigamos haciendo del planeta un lugar donde cada persona sea aceptada. modo que nuestra sociedad sea más abierta y respetuosa.
Autora: Leïla Chtayti
Leïla es estudiante en Relaciones Internacionales en Paris. Es una militante para los derechos de las mujeres y de las personas de color. Trabaja para que la diversidad sea algo cada vez más importante en nuestra sociedad.
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