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La situación de las personas refugiadas con discapacidad: barreras y retos

por | Jul 3, 2023 | 0 Comentarios

Según ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, en 2022, el mundo contó con 108.4 millones de personas desplazadas por la fuerza, como resultado de persecución, conflicto, violencia, violaciones a los derechos humanos o acontecimientos que altearon gravemente el orden público; pero solo 35.3 millones de ellas pudieron recibir el estatuto de refugiado. La mayoría viene de Siria, Ucrania y Afganistán; y los principales países de acogida son Turquía, Irán, Colombia, Alemania, y Pakistán.

Por desgracia, en cualquiera parte del mundo, muchas personas refugiadas sufren discriminación por tener características como la etnia, el idioma, o costumbres diferentes: la gente local no les considera como iguales y se encuentran aisladas, excluidas e incluso pueden ser víctimas de actos de violencia. Ser una persona refugiada puede claramente convertirse en un freno para vivir de una manera plena.

No se sabe exactamente cuantas personas refugiadas tienen una discapacidad porque, en muchas ocasiones, no lo dicen, por miedo de tener menos oportunidades. Existen varios tipos de discapacidad: puede ser discapacidades psicosociales, intelectuales, sensoriales, físicas o incluso albinismo. Las personas con discapacidad ya están excluidas de muchas cosas de la vida diaria, si añadimos el hecho de que son personas refugiadas, es como una doble dificultad para ellas. En situaciones de desplazamiento forzado, se espera que la incidencia de la discapacidad sea aún mayor debido al aumento del número de personas con lesiones, la falta de acceso a servicios médicos de calidad y la creación de nuevas barreras en el medio ambiente. Sin embargo, en nuestros días, las personas con discapacidad están significativamente poco identificadas en contextos de desplazamiento forzado.

Las barreras y dificultades a las que se enfrentan las personas refugiadas con discapacidad

En teoría, las personas refugiadas, con y sin discapacidad, tienen los mismos derechos. Pero, en la práctica, no siempre es así.

Primero, hay a menudo problemas de accesibilidad a los centros de refugio, que son el primer lugar donde llegan. La accesibilidad es algo que hay que mejorar en todos los lugares; y es algo que servirá no solo para las personas refugiadas sino para todo el mundo.

También puede haber problemas de comunicación. Por ejemplo, si nadie entre las personas que trabajan en el centro conoce el lenguaje de los signos, es muy complicado para una persona refugiada sorda poder comunicarse en un país que no conoce.

Es también importante saber que, para las personas refugiadas, es muy complicado obtener la certificación de la discapacidad en los países de acogida para poder tener acceso a los sistemas de salud, educación y protección social, lo que les complica bastante la vida.

Las personas refugiadas todas tienen el mismo derecho: empezar una nueva vida. En muchos casos, contar con un estatuto de refugiado, dificulta bastante el proceso de encontrar oportunidades, en particular un empleo; si añadimos el hecho de que la persona tiene una discapacidad, las oportunidades son aún más bajas. 

Los retos frente a esta situación

Frente a estas dificultades, hay varios desafíos y objetivos. La clave para alcanzar la igualdad de oportunidades es la formación, el empleo y la accesibilidad.

Por eso, ACNUR trabaja para que las personas refugiadas con discapacidad tengan el mismo acceso a todas las oportunidades.

En cuanto a la accesibilidad, ACNUR ya está actuando, adaptando por ejemplo la información al lenguaje de signos ucraniano, ya que los ucranianos son numerosos en llegar a España desde el inicio de la guerra con Rusia, para promover la coordinación con las autoridades y organizaciones nacionales y locales para crear redes que permitan identificar estas personas y enviarles a los servicios disponibles adecuados. La accesibilidad también debe conocer mejoras en los materiales y guías que reciben las personas para conocer sus derechos: sin eso, no pueden saber lo que, sí, pueden hacer con el estatuto de persona refugiada, ya que hay muchos derechos que no se conocen.

Empleo y formación son parte muy importante de la solución para llegar a la igualdad. Pero para llegar al empleo, las formaciones son muy importantes: cuando más formada una persona está, más oportunidades va a tener para encontrar un trabajo. Por eso, hay que crear formaciones que sean adaptadas a las personas con discapacidad. Las personas refugiadas con discapacidad todas tienen conocimientos y talento, solo hay que darles la oportunidad de demostrarlo.

Julio: el mes de las personas con discapacidad

Es una reivindicación que nace en Estados Unidos, después la firma de la Ley Estadounidenses con Discapacidad en julio de 1990 por el presidente George H.W. Bush. Este concepto, totalmente nuevo, marcó una ruptura respeto al concepto tradicional que se solía asociar a la discapacidad. Tiene el objetivo de empoderar a estas personas, y visibilizar su lucha por tener los mismos derechos de las personas que no tienen discapacidades. Lamentablemente, a pesar de haber cogido fuerza estos últimos 10 años, hoy en día, esta celebración tiene poca fama. Según datos, incluso casi la mitad de las personas con discapacidad no sabe que existe esta celebración.

Fuentes:

ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados | ACNUR

ONU (consaludmental.org)

https://www.youtube.com/watch?v=pb9l_K8HyBU

Las-personas-con-discapacidad-en-situacion-de-proteccion-internacional-2.pdf (observatoriodeladiscapacidad.info)

Fundación ONCE (fundaciononce.es)

Autora: Fanny Serieys
Yo soy Fanny Serieys, tengo 19 años y soy estudiante de Lenguas Extranjeras Aplicadas en la Universidad Clermont Auvergne en Francia. A mí me gustan los idiomas, viajar, descubrir nuevas culturas y personas, el deporte… Es un placer poder realizar mis prácticas de 2 meses en Abrazo Cultural; me ha permitido encontrar personas maravillosas, descubrir numerosas cosas sobre distintas culturas que no hubiera conocido sin Abrazo Cultural.