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Tres años de Abrazo Cultural

por | Oct 19, 2020

Cumplimos tres años, por eso queremos compartir con todos ustedes nuestros orígenes y nuestro camino en convertirnos el Abrazo Cultural que conocen.

El origen

La idea de Abrazo Cultural nació en Brasil en el 2014. Sí, el año del mundial. Ese año el país recibió muchos migrantes, principalmente de Siria, además que se celebró el Primer Mundial de Refugiados. Allí, nació la idea de cómo ayudarles a estas personas a tener una opción de trabajo/profesión digna, de cómo integrarlos de una manera orgánica a la sociedad. De todas las opciones que se pensaron, la idea de que estas personas enseñen su idioma nativo fue la que más resonó. Se buscaba con esto generar espacios donde se dieran intercambios de experiencias y donde pudieran generar ingresos económicos.

En el 2015 se fundó, oficialmente, Abraço Cultural en São Paulo como una escuela de idiomas. En la actualidad hay cuatro unidades: dos en São Paulo y dos en Rio de Janeiro. Ofrecen cursos de español, árabe, francés e inglés y clases culturales.

En 2016 el proyecto se llevó al otro lado de charco, a Paris, Francia. Allí, Causons, es también una escuela de idiomas donde sus profesores son migrantes de muchas partes del mundo. A través de estos cursos, los profesores tienen la oportunidad de enseñarle mucho más a sus estudiantes que un idioma: una cultura nueva y diferente. Desde el español hasta el ruso, pasando por el árabe, persa, pashto y el turco.

La llegada a Barcelona

Al año siguiente, 2017, este proyecto llegaría a Barcelona, España gracias a Helena Lopes. Una brasileña que reside en España, quien se topó con el proyecto de Abraço Cultural en unas vacaciones en su país de origen. Tras conocerlo de primera mano, tanto con los profesores como con los alumnos, se enamoró.

Al volver a España empezó a estar mucho más atenta al tema de los refugiados. Habló con personas refugiadas en eventos, con los equipos ya formados en los otros países y con algunas entidades, como CEAR (Comisión Española de Apoyo a los Refugiados) porque quería traer Abrazo Cultural a Barcelona.

El equipo de Abraço Cultural en Brasil dio su apoyo total a este emprendimiento (por supuesto, con todo lo legal en orden, eh). Las personas refugiadas con las que había compartido la idea ayudaron, desde un principio, a consolidar la idea de lo que es Abrazo Cultural hoy en día. Allí vieron que la mejor forma de empezar era impartiendo talleres, en vez de cursos de idiomas: para ello había que hacer una serie de capacitaciones, metodologías, pruebas, etcétera.

Ya que uno de los pilares de Abrazo Cultural (en cualquiera de sus sedes) es acabar con los estereotipos con relación a estas personas y sus culturas, ¿por qué no hacer experiencias cortitas, de dos horas, para dar a conocer sus culturas?

Empezamos con las clases de Baile Ucraniano, Escritura Árabe y los talleres de Cocina Siria y Argelina. En un principio se hicieron “clases de prueba” con amigos, para conocer cómo serían las mecánicas de estas. Desde esos primeros intentos todo salió muy bien, los alumnos salían contentos y los profesores se sentían bien en sus primeras incursiones a la enseñanza.

Los primeros pasos

Helena empezó entonces creando la página web, las redes sociales y la comunidad. El 18 de octubre de 2017 se fundó, oficialmente, Abrazo Cultural. En los dos meses que quedaban del año se hicieron ya talleres de pago con amigos de amigos y gente que desde un principio creyó en el propósito de nuestro proyecto. Las actividades fueron un éxito, y de ahí se empezó a hablar con distintas entidades para la utilización fija de sus espacios.

En 2018, en enero, ya empezamos con una programación formal. Todo ese año fue dedicado a realización de talleres abiertos al público particular y a plantear nuevos tipos de talleres: taller de henna árabe, otros tipos de clases de bailes, de otras cocinas y las cenas con historia, que consisten en compartir la comida típica de un país y hacer una charla sobre la cultura de ese país. Por ejemplo: charlas sobre la mujer árabe, sobre la familia musulmana, sobre la situación de Venezuela. Cada sesión se concentra en un país diferente.

Primeros retos y primeras conquistas

El 2018 fue el año de crear nuestra red y de consolidar los tipos de cursos que ofrecíamos, de encontrar más profesores y capacitarlos. Ese año hicimos una formación para que pudieran ser profesores de idiomas y se montó la metodología de estos cursos. Hay profesores como Diana, Marina, Mohamed, Karam, Rama, Olena, Nora que crearon, junto con Helena, Abrazo Cultural. Y por supuesto, con nuestras socias Hala Sofi de Marruecos y Micaela Villaverde de Argentina.

Además, en 2018, colaboramos con diferentes espacios, participamos en muchos eventos como la Feria de Gracia, de la Feria de Economía Social y Solidaria, Gira de Poblenou. También fue un año constructivo para la asociación ya que participamos por primera vez del programa B-Value de aceleración e innovación para entidades del tercer sector brindado por Ship2B y la Fundación Banco Sabadell. Este programa nos ayudó a que el proyecto creciera, a darle foco y estrategia y a entender a dónde queríamos llegar

El 2019 fue el año de la expansión de nuestra oferta de servicios a entidades y del lanzamiento de nuestros cursos de idiomas: árabe, español, francés y ruso. Ese fue el año en que pusimos como objetivo de Abrazo Cultural ser un centro de interculturalidad, un espacio de integración entre locales y migrantes. Siguiendo, por supuesto, los objetivos principales de romper los estereotipos sobre las personas migrantes y refugiadas, y potenciar los talentos de cada uno de ellos.

En este mismo año también salimos en medios de prensa que contaban un poco como sobre cómo estábamos haciendo para transformar las narrativas de las personas refugiadas, transformar los talentos y conocimientos de estas personas en cursos, talleres y experiencias interculturales.

Hemos tenido clientes como el Hotel Hilton, y otras empresas multiculturales, agencias de marketing, agencias de intercambio y expatriados, universidades y escuelas, que querían dar a conocer las culturas de otros países. Trabajar con niños es muy empoderador, porque ayudas a que ya crezcan con otra mentalidad, a que no formen estos estereotipos y prejuicios que tenemos los adultos.

Transformar talentos en oportunidades

Luego nuestros profes ya estaban mucho más cómodos, tanto con las clases como con nosotros, algunos de ellos como Diana, Karam Rama y Marina emprendieron sus propios proyectos de comida a domicilio, catering y venta de manualidades.

Ahí nos dimos cuenta del potencial que ellos tenían y de cómo podíamos no solo brindarles un espacio para que dieran a conocer sus culturas, sino también cómo podríamos impulsar estos emprendimientos brindando un espacio donde pudieran compartir esos sus talentos, habilidades y competencias que tenían o que iban descubriendo en el camino.

En toda nuestra trayectoria hemos tenido mucho apoyo de muchas entidades, como CEAR, Publicitarios Implicados, Kubik, Caltip, Jam Hostel, Mescladis, Ship2B, Barcelona Activa, Authenticitys, y muchas más. Además, tuvimos el acompañamiento de muchas personas que se enamoran del proyecto y, por supuesto, de todo el equipo de Brasil que estuvo con nosotros en cada paso. ¡Es un proyecto creado a muchas manos!

Descubriendo pasiones y vocaciones

Nuestros profes han sido emprendedores desde el principio, crecieron como profesionales y desarrollaron habilidades, competencias y confianza. Se modelaron como profesores, ellos son los que montan sus actividades, piensan qué hacer en sus clases, cómo pasar/transmitir el conocimiento, como medir si los alumnos aprendieron o no. Esto desde un principio se hacía, pero hemos visto a través del tiempo como esto ha mejorado, como ellos se convirtieron poco a poco en profesionales. Nuestros profes ya eran profesionales de otras áreas, pero hoy son grandes profesores, grandes comunicadores que saben de lo que hablan y que transmiten toda la información con claridad, conectando así con los alumnos.

La estrategia de crecimiento

A finales de 2019 decidimos hacer una gran estrategia para el 2020 que involucraba un gran cambio para Helena: renunciar a su trabajo y dedicarse 100% a Abrazo Cultural. Hasta ese momento Abrazo Cultural era un proyecto con mucha gente implicada, pero con nadie a tiempo completo.

El 2020 lo hemos dedicado a impulsar el proyecto, a definir una estrategia clara de donde queremos llegar y cómo vamos a llegar allí y a ejecutar un trabajo activo con empresas.

Este año nos inscribimos a muchos programas: al B-Value, otra vez, del cual fuimos finalistas; al Construim en Femení, de Barcelona Activa y Tandem Social, en el cual ganamos y fuimos premiados; y al CEMEX, impulsado por Ashoka en México. Son programas de aceleración para ayudar a desarrollar y escalar proyectos sociales.

Nuestra estrategia se vio muy afectada por el coronavirus, teníamos una agenda masiva para este año, así que pausamos todo con la cuarentena. Pero fuimos resilientes y rápidamente aprovechamos para empezar a realizar muchas actividades online las cuales han funcionado muy bien. Hemos hecho más de veinte clases durante el confinamiento y tuvimos más de 300 participantes.

Estas actividades en la virtualidad han tenido una muy buena acogida. Las personas se conectan y usan nuestras clases como un espacio donde aprender algo, o donde desconectarse un poco de todos los problemas que puedan estar pasando y donde pueden conectar con otras personas y pasar un momento divertido, de aprendizaje y de interculturalidad.

Seguimos con nuestros cursos de árabe online, de interculturalidad y de cocina. Nuestros profes también fueron muy resilientes y se adaptaron de forma rápida a este nuevo formato. Esta nueva forma de trabajo nos ha acercado mucho como equipo, hemos hecho muchas videollamadas no solo reuniones de trabajo, sino también para charlar, saber cómo están todos y en qué podemos ayudarnos. Eso también nos sirvió porque nos dio fuerza para seguir adelante, porque vimos nuestra capacidad de respuesta ante estas adversidades.

Retomamos en septiembre nuestras actividades presenciales, con todas las medidas de seguridad, y han tenido una buena acogida de momento, pero también vamos a seguir con lo online. A pesar de todos estos meses de confinamiento estuvimos muy activos.

“Ha sido un gran cambio para todos, no solo por la nueva realidad que estamos viviendo, sino también por todo el trabajo que se ha logrado en estos meses, tanto por todas las convocatorias como por haber estado dedicada al 100 por cien a la asociación”, comenta Helena.

Helena Lopes, fundadora de Abrazo Cultural.

El momento actual

Ahora tenemos un espacio físico de trabajo en el Impact Hub en Barcelona, que es un espacio de coworking para proyectos sociales. Nos ha brindado la posibilidad de conocer y trabajar con otros proyectos. Ahora también consolidamos nuestro equipo: tenemos una persona de prácticas, las tres socias activas y un equipo de colaboradoras voluntarias de varias partes del mundo. Nuestro equipo también es muy multicultural. Estas personas tienen muchas ganas de aportar su trabajo, se enamoraron de la idea, creen en ella, y que dedican su tiempo y conocimiento a Abrazo Cultural. Eso también ha sido muy potente para nosotros: poder formar un equipo de personas tan comprometidas.

Este año ha sido un tiempo de reflexión y de acción a la vez. Hemos ganado mucha relevancia en el sector social aquí en Barcelona y al llegar a alumnos de todo el mundo, con la virtualidad, hemos alcanzado a muchísimos países (punto que también queremos impulsar cada vez más). La interculturalidad también está reflejada en nuestros estudiantes.

Abrazo Cultural es un proyecto escalable que se hizo en expansión, lo ideal sería llevarlo a todas las ciudades y países que se pueda. Está conformado por personas emprendedoras que están muy involucradas, no simplemente alguien que contratan por el día y luego se van. Nosotros estamos construyendo un proyecto día a día. Cada persona tiene su historia, su bagaje y su trayectoria, eso lo hace también un proyecto muy rico, multicultural e interculturalmente: desde el equipo de socias, voluntarios, aliados, profesores, todos. Tenemos mezclas de culturas, visiones de mundo y eso es lo que nos hace muy ricos y únicos.

Sueños para el futuro

Es un proyecto que ha ido creciendo poco a poco, pero que ha sido constante y activo.  Ahora queremos un crecimiento mayor, creemos que llegar a más alumnos, entidades y medios hace que nuestro objetivo de cambiar la narrativa que existe en relación a las personas refugiadas sea masivo.

Que estas personas no sean vistas como personas débiles, pasivas, dependientes, sino como personas emprendedoras, con talentos, con conocimientos; que tengan espacios donde puedan dar a conocer sus historias, sus culturas y que lo que sepamos de ellos y de sus culturas no sea una historia única que nos la dicen los medios de comunicación, sino que sea múltiples historias, porque al final todo el mundo tiene la suya.

Queremos ser un centro referente en interculturalidad, que valora todos los talentos y culturas y que rompe barreras, prejuicios y estereotipos.

Agradecemos a todas las personas que nos han apoyado en estos tres años y esperamos seguir contando con ustedes por muchos años más.

¡Abrazos virtuales para todos! 🙂

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